3. Intervención del edificio
La
intervención llevada a cabo sobre el Almacén de la
Mar ha consistido en las siguientes actuaciones:
Picado
de los acabados superficiales de todos los muros y arcos en
interiores y fachadas, dejando a la luz los elementos constructivos
y procediendo a su limpieza y estabilización.
Los
muros de fachadas laterales y muros interiores transversales no se
encontraban trabados entre sí, con lo que se ha procedido a
su atado, dotando al conjunto de una unión estructural. Para
ello se ha construido en la parte superior de todos ellos una “viga
de atado o zuncho”
de hormigón armado.
Sustitución
de todos los elementos de cubierta, realizando una nueva cobertura
con vigas de madera laminada, tablero de bardo cerámico,
aislamiento térmico y teja árabe.
En
un principio se contaba con recuperar la mayor parte de la piezas
originarias de teja y poder utilizarlas como cobijas de la nueva
cobertura manteniendo así una imagen similar exterior del
edificio. Sin embargo, en el proceso de obra se comprobó que
se encontraban en muy mal estado y se decidió su sustitución
integral.
Respecto
al pavimento, como ya se ha explicado, la existencia de la
cimentación de atado de los cuatro últimos arcos ha
provocado la creación de dos niveles de altura que dividen la
superficie de la nave en prácticamente dos partes iguales. La
necesidad de crear un plano horizontal que permita un adecuado uso
del recinto, ha provocado que los refuerzos en las cimentaciones
queden elevados y visibles en la sala inferior.
La
madera de ipe, de origen tropical, unifica los espacios exteriores y
de acceso, las oficinas de gestión y la sala elevada. Piedra
calcárea de Sant Vicent recubre la sala más
relacionada con el originario acceso desde Cristo
del
Mar.
Se
ha procedido a recuperar la anchura originaria de la puerta
principal del edificio, ya que en algún momento se produjo su
ampliación, por motivos que se desconocen, dejando el arco
superior descentrado respecto a la puerta.
Mención
especial respecto a la puerta existente en el actual muro medianero,
manteniendo de manera virtual dicho acceso y el nivel originario del
pavimento en ese punto.
La
dotación de las instalaciones necesarias para su uso
museístico se ha procurado que sean lo más respetuosas
con los elementos de valor histórico. El pavimento recoge en
lo posible todo los cables e instalaciones eléctricas, de
telecomunicaciones, de saneamiento y drenaje.
La
iluminación, mediante focos y difusores, se descuelga de
cubierta para iluminar las futuras piezas que se expongan. Focos
empotrados en el pavimento realzan la textura de los arcos y de los
muros de piedra que envuelven el espacio.
Finalmente,
recordar la premisa que ha regido durante todo el proceso de
recuperación de edificio y que consiste en configurar todos
los espacios de manera que se posibilite su uso y disfrute por parte
de todos nuestros ciudadanos.