Benicarló recoge 1.800 toneladas de residuos orgánicos durante el primer año de recogida selectiva

06/02/2024

A pesar de que las cifras son positivas, hay que incrementar la cantidad de orgánica recogida y mejorar la selección de los residuos en origen, dado que se detectan diariamente muchos residuos que no corresponden a los contenedores marrones.

Desde enero de 2023, cuando se instauró en Benicarló la recogida selectiva de orgánica, se han recogido un total de 1.863 toneladas de residuos orgánicos. Unas cifras que sitúan Benicarló como una ciudad puntera en recogida de residuos en toda la comarca, y que demuestran que la ciudadanía avanza de forma positiva y responsable en relación con el reciclaje.

En cuanto al resto de fracciones, el 2023 se recogieron 730 toneladas de cartón, 474 toneladas de vidrio, 521 toneladas de envases ligeros y 8.900 toneladas en los contenedores de fracción resto (RSU).

«A pesar de que los datos son positivos y muestran que vamos por el buen camino --ha reconocido el concejal de Medio ambiente, Borja Castell-- todavía queda mucho trabajo por hacer en relación a la correcta separación de residuos en origen». El concejal ha insistido en que «es importante recordar que los residuos orgánicos se tienen que lanzar a los contenedores marrones dentro de bolsas compostables, de las que se pueden encontrar en fruterías y verdulerías, y que tenemos que escoger bien qué ponemos dentro».

En este sentido, hay que remarcar que en los contenedores marrones se detectan diariamente envases con restos de comida, plásticos y cartones mezclados con restos orgánicos, cuando sólo se pueden depositar restos de comida y restos vegetales.

«El problema de una separación incorrecta en origen --ha subrayado el concejal-- es que los residuos orgánicos tienen que pasar por una selección, y muchos acaban en el vertedero, de forma que se produce una mayor contaminación y unos costes mayores de eliminación».

Se calcula que Benicarló produce unas 5.000 toneladas de residuos orgánicos, frente a las 1.863 toneladas que se reciclaron el año pasado entre los domicilios particulares y los grandes productores (supermercados, restaurantes, verdulerías).

«Estamos convencidos que los datos irán mejorando y que cada vez reciclaremos más y mejor», ha dicho Borja Castell. «Tenemos que ser conscientes de que un pequeño cambio en nuestros hábitos diarios puede marcar la diferencia de cara a construir una ciudad más sostenible y más limpia».